Episcopologio de la Iglesia Católica en Cuba
Biografías - R

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RAMÍREZ DE SALAMANCA, O.P., Miguel
(1530 -1534)

Nacimiento. Nació en Salamanca, España.

Educación. Entró en la Orden de los Predicadores (Dominicos).

Sacerdocio. Fue abad de Jamaica.

Episcopado. Fue presentado para el obispado de Cuba por el Rey Carlos I de españa, el 1 de enero de 1527. El Papa Clemente VII lo elegió obispo de Cuba el 7 de noviembre de 1530. Fue consagrado el 5 de enero de 1533 en el convento de San Pablo de los Dominicos Sevilla, por el Cardenal Cardenal Alfonso Manrique de Lara, arzobispo de Sevilla asistido por Mons. Baltazar del Rio, obispo de Scala y por Mons. Luis de Vivaldis, O.P., obispo titular de Arbe.

Muerte. Murió en 1534 en Valladolid, en el Convento de San Pablo, de los Padres Dominicos y en su iglesia fue sepultado

Fuentes. Lebroc Martínez, Reynerio. Episcopologio cubano II. Miguel Ramírez de Salamanca, segundo obispo de Cuba, 1527-1534. Miami : Ediciones Universal, 2003. (Colección Félix Varela, 21).


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RAMOS DÍAZ, Evelio
(1923-1976)

Nacimiento. Nació en El Cano, archidiócesis de La Habana, el 25 de agosto de 1923.

Educación. Hizo sus estudios de filosofía y teología en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio de La Habana.

Sacerdocio. Fue ordenado sacerdote el 11 de julio de 1948 en La Habana por el cardenal Manuel Arteaga, arzobispo de esa ciudad. Fue vice-rector del Seminario Interdiocesano de El Buen Pastor de La Habana y luego, desde 1950 hasta 1966, rector del mismo. En 1966 cuando el seminario fue confiscado por el gobierno revolucionario y convertido en instalación militar, los seminaristas y su rector, Mons. Ramos, pasaron a ocupar el edificio del antiguo Seminario de San Carlos y San Ambrosio que habma sido restaurado y convertido en palacio cardenalicio por Mons. Arteaga. El 28 de septiembre de 1964 fue nombrado por el Papa Paulo VI camarero secreto supernumerario. (1) Mas tarde, fue vicario general de esa archidiócesis, presidente del tribunal eclesiástico, miembro de varias comisiones episcopales, canónigo del cabildo metropolitano y en 1970, párroco del Sagrario de la catedral de La Habana.

Episcopado. Fue elegido obispo titular de Croe y nombrado auxiliar del arzobispo de La Habana, mons, Francisco Oves Fernández, por el Papa Paulo VI el 26 de octubre de 1970. Fue consagrado el 14 de enero de 1971, en la catedral de La Habana, juntamente con Mons. Fernando Prego Casal, obispo titular de Vegesela di Numidia, administrador apostólico sede plena de Cienfuegos, por Mons. Cesare Zacchi, obispo titular de Zella, encargado de negocios de la nunciarura apostólica en Cuba asistido por Mons. Alfredo Muller y San Martín, obispo de Cienfuegos y por Mons. Manuel Antonio Rodríguez Rozas, obispo de Pinar del Río.

Muerte. Murió repentinamente el jueves 25 de noviembre de 1976 cuando se disponía a tomar el avión en el aeropuerto de La Habana para viajar a Inglaterra para un examen médico. Su cadáver fue expuesto en la catedral habanera el viernes 26 y los funerales y el entierro tuvieron lugar el sábado 27. Fue sepultado en el Cementerio Cristóbal Colón, en La Habana.

(1) En 1967 el título de camarero secreto supernumerario fue cambiado por el de capellán de Su Santidad.


REINA MALDONADO, Pedro de
(1599?-1660)

Nacimiento. Nació en Lima, Perú, hacia 1599. Su apellido también aparece escrito como Reyna.

Educación.

Sacerdocio. Fue comisario general subdelegado de la Santa Cruzada de Perú y canónigo, visitador, gobernardor, provisor y vicario general de Trujillo. También fue canónigo y provisor de la catedral de Tlascala (Puebla de los Angeles), Méjico.

Episcopado. Escribió al cabildo de Santiago el 22 de abril de1659 incluyendo su carta del 20 de agosto de 1558 participándole su nombramiento hecho por el rey de España el 27 de abril de 1558. En esa fecha también le indicaba a los canónigos que se aprestaba para viajar a La Habana y les envió la cédula ordinaria de gobierno. Fue nombrado obispo de Cuba por el Papa Alejandro VII el 10 de noviembre de 1659. Escribió y publicó una obra en dos tomos de a folio titulada El perfecto prelado. Sus ejecutoriales fueron expedidas el 21 de febrero de 1660.

Muerte. Recibidas su bulas y hallándose a punto de pasar a Méjico para recibir la consagración episcopal, murió en La Habana, a las 11 de la mañana del día 13 de octubre de 1660. Fue sepultado en la parroquial mayor de San Cristóbal de esa ciudad. En la obra de Arrate Llave del nuevo mundo, escrita exactamente un siglo después de la muerte del obispo, se dice que en esa iglesia "no hay noticia cierta del lugar de su entierro porque se omitió distinguirlo con alguna lápida o inscripción correspondiente."

Fuentes. Arrate, José Félix Martín de. Llave del nuevo mundo; Bacardí, Emilio. Crónicas de Santiago de Cuba.; Hierarchia Catholica Medii et Recentoris Aevi. Patavii : Il Messaggero di S. Antonio, 1968. Vol. IV, 1592-1667; Morell de Santa Cruz, Pedro Agustín. Historia de la Isla y Catedral de Cuba. La Habana : Imprenta Siglo XX, 1929.


REZINO Y ORMACHEA, Dionisio
(1645-1711)

Nacimiento. Se puede afirmar con bastante certeza que nació durante la última semana del mes de octubre de 1645. Fue el primogénito de los ocho hijos de Juan Rezino y Aldonza Ormachea; los otros fueron, Sebastian, María, Agustina, Juan, Alejandro, (fue fraile de la Orden de San Agustín), Francisca y Andrés, (luego entrs en la Compaqía de Jesús, ejerciendo su ministerio sacerdotal mayormente en México.

Educación. Como se mencionó anteriormente, Dionisio fue el primogénito de la familia. Su partida de nacimiento no ha sido hallada hasta ahora, pero sí la de bautismo. Ésta se encuentra en el Libro 3 de Bautismos de Españoles, folio 276 vuelto, del archivo de la parroquial mayor de La Habana, hoy conservado en el de la catedral de la ciudad. En este documento, firmado por el celebrante, P. Francisco de Barros, teniente cura, consta que Dionisio, hijo legítimo, fue bautizado el día 30 de octubre de 1645 y que fue su padrino el regidor Ambrosio de Soto. Dada la costumbre de aquella época de bautizar a los recién nacidos el mismo día de su nacimiento o al siguiente, se puede afirmar con bastante certeza que Dionisio nació durante la última semana del mes de octubre de 1645.

El joven Dionisio manifestó su deseo de seguir la carrera sacerdotal y fue enviado al Colegio de los Comendadores de San Ramón en la ciudad de México. Esta institución había sido fundada por el obispo de Cuba fray Alonso Henríquez Armendariz de Toledo, O. de M. (1610-1624), quien dispuso que tres de las becas del mismo fueran reservadas para estudiantes de la diócesis de Cuba que asistieran a las facultades de cánones y leyes de la Universidad de México. Dionisio obtuvo allí la licenciatura en cánones.

Sacerdocio. Desafortunadamente, hasta el momento no han sido hallados ni en México ni en Cuba los documentos concernientes a la ordenacisn sacerdotal de Dionisio Rezino. No es desacertado suponer que la haya recibido en la ciudad de México al terminar sus estudios eclesiásticos. Lo que sí se sabe es que la misma tuvo lugar antes de 1674, ya que en este año el P. Rezino fue nombrado teniente cura de la parroquial mayor de San Cristóbal de La Habana. Estuvo en este cargo hasta 1682 en que fue nombrado cura beneficiado interino y al año siguiente, 1683, cura rector, por Su Majestad, de las parroquias de esa ciudad.

El Obispo Compostela le encargó de la obra del convento de monjas de Santa Catalina de Sena que fue fundado por las hermanas Ana, Francisca y Teresa Aréchaga y por el oidor más antiguo de la Real Audiencia de México, Dr. don Juan de Arêchaga. Las gestiones para la fundación fueron iniciadas en 1680. El edificio fue terminado en 1698 y el templo solemnemente dedicado en 1700. El P. Rezino entregó al sucesor de Compostela, el obispo Valdês, 1300 pesos que le sobraron de esta obra.

El P. Rezino contribuyó de su propio dinero a las obras del Colegio de San Ignacio, de los padres de la Compañía de Jesús. Este colegio más tarde se convirtió en el Seminario de San Ambrosio al ser expulsados estos religiosos de los dominios españoles durante el reinado de Carlos III (1759-1788). La iglesia del colegio es la actual catedral habanera.

En 1700 el Obispo Compostela nombró al P. Rezino provisor y vicario general de la diócesis de Cuba. Cuatro años mas tarde, en 1704, le pidió que llevase a cabo la visita pastoral a la provincia de la Florida, territorio bajo su jurisdicción episcopal. No hay constancia de que el P. Rezino haya realizado esta visita. Asimismo, también en 1704, el obispo de Cuba sintiéndose ya viejo y enfermo, lo propuso para que fuera nombrado su obispo auxiliar pero no llegó a verlo ocupar el cargo ya que murió el 29 de agosto de ese mismo año. Su partida de defunción fue firmada por Dionisio Rezino.

A la muerte de Compostela, Rezino pasó a ser gobernador de la mitra en sede vacante y en este cargo fue confirmado por el cabildo de la catedral de Cuba. El 4 de diciembre de 1702 había fallecido el maestro de campo don Pedro Benítez de Lugo, gobernador y capitán general de Cuba. Benítez fue sucedido en el gobierno político por el licenciado don Nicolás Chirino y Vandeval, y en el militar por el castellano del Morro, don Luis Chacón. Al igual que Rezino, Chirino y Chacón eran naturales de La Habana. Fue ésta, por lo tanto, la primera oportunidad en que los asuntos eclesiâsticos, políticos y militares de la isla estaban en manos de tres de sus hijos. Ejercieron ellos sus funciones hasta la llegada del nuevo obispo y del nuevo gobernador en 1706.

Episcopado. La propuesta del Obispo Compostela de que el P. Rezino fuera nombrado su obispo auxiliar con encargo de la provincia de la Florida fue acogida por el rey Felipe V, quien lo propuso al Papa Clemente XI el 18 de setiembre de 1704.

Debido a! desacuerdo sobre el mantenimiento del nuevo obispo sufragáneo que se suscitó entre el gobernador de la Florida y el Consejo de Indias, así como por el pago de la bula de nombramiento, éste se dilató hasta el 14 de diciembre de 1705. En esta fecha Dionisio Rezino Ormachea fue nombrado obispo titular de Adramyttium y sufragáneo del obispo de Cuba con residencia en la Florida. En ese mismo dma fue también expedida la bula de nombramiento del nuevo obispo de Cuba fray Gerónimo Valdés, O.S. Bas., a la sazón obispo de Puerto Rico. El nombramiento de Rezino aparece registrado en las actas del camarlengo del Sacro Colegio de Cardenales de la Santa Iglesia Romana, n. 25, folio 149. En el acta consta que le ha sido concedido dispensa para recibir la ordenación episcopal de manos de un solo obispo asistido por dos dignidades eclesiásticas y que antes de recibir la misma, debe emitir la profesión de fe en las verdades católicas y enviar el documento a la Curia Romana. La bula de provisión, con breves datos biográficos del nuevo obispo auxiliar, se halla en la Secretaría de Breves Apostólicos, n. 2531, folios 507-509. En ella consta que nació en la ciudad de La Habana, en la diócesis de Santiago de Cuba; que su edad era alrededor de 55 años; que era presbítero; que era provisor y vicario general en la provincia de La Habana; y que era licenciado en decretos.

Durante los primeros años del siglo XVII I, desde 1702 hasta 1713, tuvo lugar la Guerra de Sucesión Española entre Francia y España de una parte y Austria, Inglaterra, Holanda, Portugal y otros estados de menor importancia, de la otra. Esta guerra afectó a las colonias españolas, las cuales fueron escenario de varias batallas navales y sufrieron el ataque y destrucción de sus ciudades. El 26 de abril de 1706 Dionisio Rezino, actuando ya como obispo electo y vicario en sede vacante de la diócesis de Cuba, publicó un edicto disponiendo una novena de rogativas especiales por el triunfo español en la contienda. Asimismo, en una carta fechada el 17 de mayo siguiente, informó a Felipe V del contenido del edicto.

El Obispo Rezino recibió la ordenación episcopal en la ciudad de Mérida, diócesis de Yucatán, México, el 2 de mayo de 1707. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia del convento de las monjas de la Consolación y en ella ofició el obispo de Yucatán fray Pedro Reyes de los Ríos y la Madrid, O.S.B., asistido por los canónigos Pedro de Mijangos, arcediano, y Diego Angel Carrión de Villasante.

La razón por la cual Rezino fue ordenado obispo en México y no en Cuba permanece en el misterio hasta la fecha. El obispo Valdés había llegado a Cuba el año anterior, 1706, y aunque había desembarcado en Baracoa, ya había realizado el viaje hasta La Habana -ciudad donde residía Rezino- arribando a ella el 13 de mayo de ese mismo año. Para esa fecha el nuevo obispo auxiliar ya conocía de su nombramiento pues, según acaba de ser mencionado, firmó el edicto ordenando las rogativas especiales el 16 de abril. Por lo tanto. Valdés podía haber sido el oficiante. El hecho, deducido por algunos autores, de que se requerían tres obispos para conferir la ordenación, de acuerdo con los cánones vigentes, queda descartado por la dispensa concedida segzn aparece en el documento que se encuentra en el archivo del camarlengo del Colegio de Cardenales como se dijo antes. Esta dispensa era fácilmente concedida ya que con frecuencia, especialmente en América, era difícil reunir a tres obispos en el mismo sitio para efectuar la ordenación. Si solamente un obispo asistido por dos dignidades eclesiásticas ofició en la ceremonia en Mérida, la misma pudo haber sido celebrada en Cuba oficiando Valdés en ella. El hecho de que se realizó en Mérida y no en la ciudad de México elimina la teoría de que Rezino quisiera ser ordenado obispo en la misma ciudad en que estudió y probablemente recibió el sacerdocio. El obispo ordenante, Reyes de los Ríos, era religioso benedictino y natural de Córdoba, España, lo cual hace practicamente imposible el hecho de que fuera condiscípulo de Rezino en el Colegio de San Ramón. Era, ademas, 10 años mas joven que él lo cual hace la teoría aún mas improbable. Teniendo en cuenta todos estos datos, nadie ha podido aún explicar el porqué de la ordenación episcopal en Mérida y no en Cuba donde azn vivía la madre y varios hermanos del nuevo obispo.

Tampoco sabemos si Rezino, una vez recibida la ordenación, regresó de inmediato a Cuba y volvió a Mérida al año siguiente o si permaneció en esa ciudad por espacio de diez meses ya que los días 11 y 12 de marzo de 1708 confirió, con licencia del obispo diocesano, la ordenación sacerdotal y el diaconado, en el monasterio de las monjas concepcionistas, a seminaristas mexicanos y cubanos que debían recibirla en esa fecha.

Igualmente, desconocemos cuándo regresó de Mérida pero sí sabemos que el 23 de junio de 1709 arribó el obispo Rezino a la ciudad de San Agustín, en la Florida, a bordo del navío español "Nuestra Señora del Rosario". Durante la travesía, el barco del obispo fue perseguido por once barcos de guerra ingleses y escasamente escapó de ser capturado por éstos. Rezino había tenido la premonición de que encontraría graves dificultades en su viaje y así se lo había manifestado al rey de España en la carta que le escribió el 10 de junio de ese mismo año.

El prelado fue cordial y entusiastamente recibido por el gobernador de la Florida, don Francisco de Córcoles y Martínez (1706-1716), y por los vecinos de San Agustín. Era la primera vez en 35 años que un obispo visitaba la ciudad. Los floridanos, según consta en una carta del gobernador al rey, fechada el 30 de julio de 1709, quedaron gratamente impresionados por la humildad del obispo cubano así como por su gran interés en el bienestar espiritual de los colonos. También hizo notar el gobernador la generosidad de Rezino. No bien había llegado el obispo a la ciudad cuando ya había repartido 3,000 pesos entre los necesitados.

Desafortunadamente, debido a la guerra, Inglaterra había atacado San Agustín y al llegar Rezino encontrs que todos los edificios de la parroquia, con la única excepción de la capilla de la Soledad, estaban en ruinas y que no había ni siquiera una residencia apropiada para el obispo. Además, los franciscanos habían tenido que abandonar sus misiones entre los indios y por lo tanto no había necesidad de realizar la visita pastoral a las provincias de Guale, Apalache y Carlos. Todo lo que pudo hacer el obispos fue administrar el sacramento de la confirmación a un grupo de españoles e indios el 26 de junio de 1709, según consta en los Registros de San Agustín. Unos días más tarde, el 10 de julio, realizó la visita formal a la iglesia de San Agusímn cuyo párroco era el P. Pedro Lorenzo de Acevedo. Desanimado por las condiciones existentes en San Agustín, el Obispo Rezino regresó a La Habana tres semanas más tarde en el mismo barco en que habma llegado y ya nunca más regresó a la Florida. De sus actividades en Cuba en los años que vivió después de haber llegado a la isla, no se ha encontrado noticia alguna.

Muerte. Murió el 12 de septiembre de 1711 en La Habana. Fue sepultado el día 16 de ese mismo mes y año en la iglesia del monasterio de las religiosas de Santa Catalina de Sena y que había hecho testamento dos días antes, el 10, ante Bartolomé Nzñez, escribano público, nombrando como albaceas testamentarios al teniente don Bartolomé de Balmaceda, a doña María Rezino, su hermana legítima, y al capitán de Caballos Corj~les don Gaspar Martínez de Acosta, a cuya disposición dejó lo de su entierro. Nombró por heredera universal del remanente de sus bienes una vez cumplidos los legados que hizo, entre los cuales había varias mandas pías, a su hermana María. Añade el documento que el obispo murió a las 7 de la noche, que era sábado, y que recibió los santos sacramentos. Está firmada la partida de defunción por el licenciado P. Francisco Menéndez Márquez.

El sermón de sus honras fúnebres, celebradas en la misma iglesia el 26 de septiembre de ese año, fue predicado por fray Tomás Menéndez, O.F.M., quien también lo había hecho en las de la madre del obispo, doña Aldonza, el año anterior. El texto del sermón fue publicado y dedicado a la ciudad de La Habana por don Martín Veytía y Albis, contador, juez oficial de la Real Hacienda que fue de esa ciudad y que a la sazón lo era de la de Veracruz. El sermón fue impreso en cuarto, en 22 páginas y con licencia de los superiores, en la imprenta lantiniana de Miguel de Ortega y Bonilla, en la ciudad de Puebla de los Ángeles, México.

En la lápida de mármol colocada en la tumba del Obispo Rezino aparece grabado su escudo episcopal con tres letras "P" sobre el sombrero de obispo. Las mismas probablemente indican que fue el primer pontífice de la patria. Debajo del escudo esta la inscripción que traducida del latín dice:

D.D.D. Dionisio Rezino
Obispo de Adramite,
Primero de la Patria,
Primer Auxiliar Cubano de la Diócesis,
Primero para todos, último para sé.
Basta de alabanzas
Fue hecho primero porque se hacía último.
Baste de alabanzas no sea que su pálida ceniza se avergüence
porque sólo se gloriaba en su ceniza.
Murió el día 12 de septiembre de 1711
a los 66 años de edad y 6 de episcopado.

Los datos de esta inscripción sirven para aclarar y corregir algunas informaciones erróneas sobre el obispo. Primeramente, la forma correcta de escribir su apellido, con "z" y no con "c" o "s" como lo han hecho algunos autores. La copia facsimilar de la firma de Rezino tomada de uno de los libros del archivo de la antigua parroquial mayor atestigua también esta forma de escribir su apellido. En segundo lugar, el año de su muerte, 1711, el cual ha sido reportado por distintos historiadores diversamente desde 1710 hasta 1771. Finalmente, la de su nombramiento episcopal ocurrido en 1705 y no en 1704, 1706, 1708 o 1709 como otros han afirmado. En el rito latino de la Iglesia, la fecha del nombramiento en la bula papal es la que cuenta a diferencia del rito oriental en que se cuenta a partir de la ordenación episcopal.

Curiosamente, el obispo Valdés demoró largo tiempo en notificar la muerte de Rezino al rey de España. En efecto, no fue hasta el 15 de febrero de 1713, un año y cinco meses después, que Valdés escribis al monarca dandole la noticia.

Después de descansar en la iglesia del convento de Santa Catalina de Sena por espacio de 207 aqos, los restos del obispo Rezino tuvieron que ser trasladados de allm el 30 de julio de 1918 debido a que la comunidad se trasladaba a su nuevo edificio del Vedado y la antigua iglesia iba a ser demolida. La bóveda en que estaba sepultado el obispo estaba en el lado del Evangelio del presbiterio de la iglesia. Según consta en el acta escrita al efecto, se levantó el piso y se procedió a buscar la sepultura que corría paralela a la pared de la calle O'Reilly. Cuando se abrió la parte posterior se vio en el fondo del sepulcro restos de madera de un ataúd y un polvo oscuro que resultó ser el cadáver allm enterrado sin que se pudiera apreciar ninguna parte ósea. Las cenizas fueron recogidas y colocadas en una urna de mármol que fue entregada al cabildo de la catedral habanera. Lo escrito en el epitafio de Rezino se había hecho realidad.

Trasladados a la sala capitular de la catedral, los restos del obispo permanecieron allí hasta el 20 de agosto del mismo año en que fueron colocados en un nicho abierto en la pared divisoria entre la capilla de Nuestra Señora de Loreto y el coro de la catedral. La colocación se efectuó después de las solemnes honras fúnebres presididas por el primer cubano obispo de La Habana, Pedro González Estrada {1903-1925). La oración fúnebre estuvo a cargo del canónigo Dr. Andrés Lago y Cizur.

Al mismo tiempo fueron trasladados los restos del primer obispo de La Habana, Felipe José de Trespalacios y Verdeja (1789-1799), que se hallaban sepultados en la iglesia del convento de Santa Teresa, situada en la calle de Teniente Rey, esquina a Compostela. Para conmemorar estos traslados se colocó una placa de mármol con la siguiente inscripción traducida del latín:

Para que las grandes obras de tan ilustres prelados permanezcan siempre en la memoria de los fieles, sus restos fueron trasladados a esta Santa Iglesia Catedral, entre coros y alabanzas y las oraciones del pueblo, el día 20 del mes de agosto del año del Señor 1918. Descansen en paz.

Pero no iba a ser este todavía el lugar definitivo de descanso de los restos del obispo Rezino. Efectivamente, cuando a finales de 1948 y hasta mediados de 1949 se llevó a cabo la restauración y reforma de la catedral habanera, una de las obras realizadas fue la ampliación del arco que separaba la capilla de Loreto del presbiterio. Por ello, fue necesario trasladar los restos contenidos en la urna de mármol y colocarlos provisionalmente a un costado de la nave central de la catedral el 9 de noviembre de 1948. La exhumación y traslado estuvieron presididos por el arzobispo de La Habana, cardenal Manuel Arteaga y Betancourt, primer cubano elevado al cardenalato.

Los restos permanecieron allí hasta el 30 de noviembre de 1949 en que fueron finalmente sepultados en un osario en el suelo, al costado derecho del altar de San Cristóbal, a la cabecera de la tumba del arzobispo de Guatemala Bernardo Piñón y Ancinena, muerto en La Habana, donde se encontraba exiliado, en 1881. El altar de San Cristóbal se halla en la nave derecha de la catedral contiguo a la capilla de Loreto.

Nota bibliográfica. Esta reseña biográfica del obispo cubano Dionisio Rezino está basada mayormente en fuentes secundarias. Por razones obvias, el autor se ha visto imposibilitado de consultar la documentación existente en el archivo de la catedral de La Habana. Siempre que se ha citado alguna fuente primaria, tal como cartas o informes existentes en el Archivo General de Indias en Sevilla, España, la información ha sido tomada de la cita y texto ofrecidos por otro autor. En varias ocasiones la exactitud de estas citas ha podido ser verificada contrastando la mención de las mismas ofrecidas por dos o más escritores distintos. Entre las fuentes consultadas sobresalen por la abundancia de datos, la seriedad de la investigación realizada y las fuentes primarias en que se fundamentan, las siguientes obras:

Code, Joseph Bernard. Dictionary of the American Hierarchy, 1789-1964. New York : J.F. Wagner, 1964.
Gannon, Michael V. The cross in the sand. Gainesville : University of Florida Press, 1965.
Le Roy y Cassá, Jorge Eduardo. Historia del Hospital de San Frncisco de Paula; historai de la ermita, iglesia y hospital de San Francisco de Paula, en la ciudad de La Habana y de los que en ellos han intervenido. Habana : [s.n.], 1958.
Ritzler, Remigius, Hierarchia Catholica Medii et Recientoris Ævi. 8 tomos, Padua : II Messagero di San Antonio, 1953-2002.
Robertson, James A.. "Notes on early church goverment in Spanish Florida", The Catholic Historical Review, XVII, 1931.
Shea, John Gilmary, The History of the Catholic Church in the United States. 4 tomos. New York : Mershan, 1886-1892. Tomo I: "The Catholic Church in Colonial Days (1521-1763)".
TePaske, John Lay, The Governorship of Spanish Florida, 1700-1763. Durham, N.C. : Duke University Press, 1964.

Otros autores consultados en el curso de la investigación realizada para escribir este artículo fueron:
Arrate, José Martín Félix de. Llave del Nuevo Mundo y antemural de la Indias. México : Fondo de Cultura Económica, 1949.
Bacardí y Moreau, Emilio (Recopilador). Crónicas de Santiago de Cuba. 10 tomos. Reeditada por Amalia Bacardí Cape. Madrid, Gráf. Preagan, 1972-1973.
Calcagno, Francisco, Diccionario biográfico cubano. New York : Librería de N. Ponce de León, 1878.
Lavín, Arturo G, "Labras heráldicas habaneras," pp. 89-105 de Presencia de España en Cuba. Madrid : Revista Geográfica Española, [s.f.]
Leiseca, Juan Martín. Apuntes para la historia eclesiástica de Cuba. Habana : Talleres Tip. de Carasa, 1938.
Pérez Beato, Manuel. Inscripciones cubanas de los siglos XVI, XVII Y XVIII. 2da ed.. Habana : Imprenta Artística Comedia, 1915.
Pezuela, Jacobo de la. Diccionario Geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba. 4 tomos. Madrid : Imp. del Banco Industrial y Mercantil, 1866.
Pezuela, Jacobo de la. Historia de la Isla de Cuba. 4 tomos. Madrid : Carlos Bailly-Bailliere, 1868.
Rosaín, Domingo. Necrópolis de La Habana. Historia de los cementerios de esta ciudad con multitud de noticias interesantes. Habana : Imp. El Trabajo, 1875.
Trelles, Carlos M. Bibliografía Cubana de los siglos XVII Y XVIII. 2da ed.. Habana : Imprenta del Ejército, 1927.
Valdés, José Antonio. Historia de la Isla de Cuba y en especial de La Habana. Publicada en Los tres primeros historiadores de la Isla de Cuba, tomo III. Rafael Cowley y Andrés Pego, 1877.

Dada la inexistencia de obras dedicadas totalmente a la vida y obra del obispo Rezino, la composición de esta obra fue semejante a un rompecabezas en el que el autor tuvo que ir completando la figura del prelado con pequeñas fichas sacadas de todos los títulos mencionados en la bibliografía. El autor espera que este sea el paso inicial de la investigación que culmine con la publicación de una biograía más extensa y documentada del primer cubano elevado a la dignidad episcopal.


RÍOS GUZMÁN, O.SS.T., Alonso Bernardo de los
(1624 o 1626-1692)

Nacimiento. Nació en Córdoba, España, en 1624 (o 1626).

Educación. Entró en la Orden de la Santísima Trinidad. Obtuvo el grado de maestro de teología.

Sacerdocio. Fue provincial y vicario general de la provincia de Cantábrica.

Episcopado. Elegido obispo de Santiago de Cuba el 17 de setiembre de 1668. Fue consagrado en 1669 en Cartagena de Indias por Mons. Antonio Sanz Lozano, obispo de Cartagena de Indias asistido por Pedro de Bolvias de la Torre, deán y por Juan Bautista Fajardo, arcediano. Tomó posesión par media de su apoderado D. Juan Cisneros en 1670 y llegó a Cuba en 1671. Trató de reedificar la catedral para lo cual donó mil pesos, y el resto lo ofrecieron el deán, el cabildo, el clero, el gobernador D. Andrés Magaña, el ayuntamiento, y los vecinos, cada cual según sus posibilidades, hasta alcanzar la suma de 3, 455 pesos. Aplicó para la reconstrucción los bienes de la iglesia de Jamaica, conquistada por los ingleses, con la obligación de restituirlos si aquella isla fuese recuperada par los españoles. Nombró como su vicario general y provisor al presbítero D. Francisco Ramos, al cual puso al frente de la construcción de la catedral. Estando todavía en Santiago recibió la noticia de su elección para la diócesis de Ciudad Rodrigo, España, efectuada el 16 de noviembre de 1671. Partió hacia La Habana en setiembre de 1671 y se embarcó para Cádiz en agosto de 1672. Dejó impuestos seiscientos pesos para la fiesta de la Purísima Concepción de la Virgen María; mil cuatrocientos para dotar a dos capellanes de coro y mil pesos más para cuatro plazas de monacillos, en la catedral de Cuba. E1 14 de julio de 1677 fue presentado por el rey de España para la arquidiócesis de Granada. Fue promovido el 13 de setiembre dei mismo año.

Muerte. Murió el 5 de octubre de 1692 en Granada.

Fuentes. Hierarchia Catholica Medii et Recentoris Aevi. Vol. V. Patavii : Il Mesaggero di S. Antonio, 1968; LeRoy y Cassá, Jorge. Historia del Hospital San Francisco de Paula. La Habana : Imprenta Siglo XX, 1958.


RIU ANGLÉS, Carlos
(1901-1971)

Nacimiento. Nació el 7 de enero de 1901 en San Andrés de Palomar, diócesis de Barcelona, España. Fueron sus padres Carlos Riu Santamaría y Bibiana Anglés Plome.

Educacion. Hizo sus estudios en el Seminario de Barcelona y en el de San Carlos y San Ambrosio de La Habana, Cuba.

Sacerdocio. Fue ordenado el 2 de febrero de 1924 en Santiago de Cuba por el arzobispo Felix Ambrosio Guerra. Desde 1924 hasta 1948 trabajó pastoralmente en la archidiócesis de Santiago de Cuba. Fue además, oficial arquidiocesano y vicepresidente de la Comisión del Clero para el Congreso Eucaróstico Nacional y la coronación canónica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en 1936. Al morir el arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Valentín Zubizarreta Unamunsaga, O.C.D., fue nombrado vicario capitular el 26 de febrero de 1948.

Episcopado. Elegido obispo de Camagüey el 11 de diciembre de 1948 por el Papa Pío XII. Fue consagrado el 6 de marzo de 1949 en Santiago de Cuba por el cardenal Manuel Arteaga Betancourt, arzobispo de La Habana, asistido por Mons. Enrique Pérez Serantes, arzobispo de Santiago de Cuba y por Mons. Alberto Martín Villaverde, obispo de Matanzas. En tres ocasiones participó en las asambleas plerarias del Consejo Episcopal Latinoamericano celebradas en Roma y en Bogotá, como delegado del episcopado cubano. Perseguido por el régimen comunista de Fidel Castro, salió de Cuba y se refugió en Miami, Florida, Estados Unidos el 23 de agosto de 1964. Asistió al Concilio Ecuménico Vaticano II y desde Roma, renunció al gobierno pastoral de la diócesis de Camagüey el 10 de septiembre de 1964 y fue nombrado obispo titular de Lari Castello. Le sucedió Mons. Adolfo Rodríguez Herrera, obispo titular de Tiberiopoli, hasta entonces auxiliar de Camagüey. Fue a residir a la Florida, Estados Unidos. Desempeñó su ministerio pastoral por varios años en Saint Joseph's Hospital, Port Charlotte. Al enfermarse fue recluído en Cor Gesu Home, Tampa, en donde permaneció hasta su muerte.

Muerte. Murió el domingo 28 de noviembre de 1971 en el Cor Gesu Nursing Home en Tampa. El oficio de difuntos fue celebrado en la catedral de St. Jude, St. Petersburg, Tampa, el miércoles 1 de diciembre de 1971 a las 10:30 a.m. El obispo de St. Petersburg, Mons. Charles McLaughlin, fue el principal concelebrante de la misa de difuntos. El padre René Gracida, vicario general y canciller de la archidiócesis de Miami, representó al arzobispo Coleman F. Carroll y Mons. José Juaristi, antiguo cancilier de la diócesis de Camagüey, quien ahora reside en la parroquia de St. Mary Magdalene, Surfside, Florida, predicó la homilía. Fue sepultado en Calvary Cemetery, Saint Petersburg.

Fuente. Code, Joseph Bernard. American Bishops 1964-1970. St. Louis: Wexford Press, 1970.


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RIVERÓN CORTINA, Salvador Emilio
(1948-2004)

Nacimiento. Nació el 7 de julio de 1948, en Florida, diócesis de Camagüey, Cuba.

Educación. Obtuvo la licencia en bioquímica en la Universidad de la Habana. Una vez alcanzado el título académico, entró en, en 1977, en el Seminario Nacional "San Carlos y San Ambrosio" de La Habana.

Sacerdocio. Fue ordenado sacerdote el 3 de marzo de 1982 por Mons. Jaime Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de San Cristóbal de La Habana. En el ejercicio de su ministerio ha desempeñado los siguientes cargos pastorales: párroco de Santa María del Rosario; párroco de El Cotorro; vice-rector del Seminario "San Carlos y San Ambrosio", en 1985; profesor de filosofía moderna, epistemologíía y metafîsica del mismo seminario; y párroco de la catedral de La Habana. Desde 1995 es rector de la Casa Sacerdotal "Padre Félix Varela" y parroco de Santa Catalina de Siena. En 1996 comenzó a desempeñar también la tarea de vicario episcopal de la Vicaría Norte de la arquidiócesis.

Episcopado. Elegido obispo titular de Vergi y nombrado auxiliar de San Cristóbal de La Habana por el Papa Juan Pablo II el 24 de abril de 1999. Consagrado el 14 de junio de 1999 en la catedral de La Habana por el Cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de San Cristóbal de La Habana asistido por Mons. Adolfo Rodríguez Herrera, arzobispo de Camagüey y por Mons. Pedro Claro Meurice Estíu, arzobispo de Santiago de Cuba. Su lema episcopal es "El auxilio me viene del Señor". Además de los cargos que ya ocupaba, también fue nombrado responsable del Área de comunidades vivas y dinámicas del Consejo Diocesano de Pastoral.

Muerte. Murió el 13 de enero de 2004 en el Hospital Manuel Fajardo, La Habana, de una oclusión intestinal producida por un tumor que le fue encontrado la semana anterior. El funeral fue celebrado al día siguiente en la catedral de La Habana por el Cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de San Cristóbal de La Habana, y seguidamente fue sepultado en el panteón de los obispo en el Cementerio Cristóbal Colón de esa ciudad.


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RODRÍGUEZ HERRERA, Adolfo
(1924-2003)

Nacimiento. Nació el 9 de abril de 1924 en Minas, diócesis de Camagüey. Fueron sus padres Adolfo Rodríguez y Clara Esther Herrera.

Estudios. Hizo sus estudios sacerdotales en los Seminarios de San Basilio Magno (Santiago de Cuba) y El Buen Pastor (La Habana) y en la Pontificia Universidad de Comillas, España.

Sacerdocio. Fue ordenado sacerdote el 18 de julio de 1948 por Mons. Manuel Hurtado, obispo de Tarazona. Fu nombreado vicario parroquial de la catedral camagüeyana. En 1950 pasó a ser párroco de Vertientes y nombrado asesor diocesano de la Federación de la Juventud Católica. Más tarde fue párroco de Ciego de Avila, vicario general de Camagüey y gobernador eclesiástico por la ausencia del Obispo Carlos Riu Anglés.

Episcopado. Elegido obispo titular de Tiberiopolis y nombrado auxiliar de Camagüey el 27 de mayo de 1963. Fue el último obispo nombrado por Juan XXIII. Consagrado en la catedral camagüeyana el 16 de julio de 1963 por Mons. Evelio Díaz Cía, arzobispo de La Habana asistido por Mons. Manuel Antonio Rodríguez Rozas, obispo de Pinar del Rio y por Mons. José Maximino Eusebio Domínguez y Rodríguez, obispo de Matanzas. Fue trasladado a la diócesis de Camagüey el 10 de septiembre de 1964 tras la renuncia de Mons. Riu Anglés quien la ocupaba desde 1948. Cuando la diócesis fue elevada al rango de arzobispado metropolitano por el Papa Juan Pablo II el 5 de diciembre de 1998, fue nombrado primer arzobispo de Camagüey. Recibió el palio de manos de ese papa el 29 de junio de 1999 en la basílica de San Pedro en el Vaticano. Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, 1999-2001. El 10 de junio de 2002, el Papa aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis por razón de edad, en conformidad al canon 401, párrafo 1, del Código de Derecho Canónico.

Muerte. Murió el 10 de mayo de 2003, de un ataque cardíaco, cerca de las 10:30 p.m., en su residencia en la calle Cisneros, Camagüey, a su regreso de asistir a un enfermo. El funeral se celebró en la catedral de Camagüey el dma 11 por la tarde y después fue sepultado en el cementerio al fondo de la iglesia del Cristo del Buen Viaje en Camagüey.


RODRÍGUEZ OLMEDO Y VALLE, Mariano
(1771-1831)

Nacimiento. Nació el 26 de septiembre de 1771 en Guancarqui, Arequipa, Perú. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento.

Educación. Obtuvo el doctorado en teología en la Universidad de Zaragoza en 1794. Canónigo del cabildo catedral de Charcas.

Sacerdocio. Recibió la ordenación sacerdotal pero no se ha encontrado la fecha de la misma.

Episcopado. Fue elegido obispo de Puerto Rico por el Papa Pío VII el 18 de diciembre de 1815. Fue consagrado el 4 de agosto de 1816, la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Madrid, por Mons. Andrés Esteban Gómez, obispo de Jaén asistido por Mons. Andrés García Palomares, obispo de Albarracín y por Mons. Luis Gregorio López Castillo, obispo titular de Loryma. Promovido al arzobispado de Santiago de Cuba el 21 marzo 1825. Apoyó la petición hecha por el cabildo catedralicio de Santiago el 14 de abril de 1827 solicitando que la archidiócesis se extendiera hasta Matanzas, teniendo un obispo auxiliar residente en Camagüey. Nombrado Asistente al Solio Pontifico el 18 de noviembre de 1828.

Muerte. Murió el 23 de enero de 1831 en Santiago de Cuba. Fue sepultado en el cementerio general "Santa Ana"; luego, sus restos fueron trasladados al trascoro de la catedral metropolitana de Santiago y allí reposan.


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RODRÍGUEZ ROZAS, Manuel Pedro
(1911-1982)

Nacimiento. Nació el 7 de junio de 1911 en La Habana, archidiócesis de La Habana, hijo de José Rodríguez y Pilar Rozas. Fue bautizado el 14 de enero de 1912 en la parroquia habanera del Santo Cristo.

Educación. Hizo todos sus estudios eclesiásticos, filosofí y teología, en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio de La Habana.

Sacerdocio. Fue ordenado el 31 de mayo de 1935 en la catedral de La Habana. Fue párroco de El Caney, capellán de Santuario de Jeszs Nazareno de Arroyo Arenas por más de 20 años. Durante el gobierno de Fulgencio Batista (1952-1958) protegió a los revolucionarios que se le oponían.

Episcopado. Elegido obispo de Pinar del Río el 16 de enero de 1960 por el Papa Juan XXIII. Fue consagrado el 27 de marzo siguiente en la catedral habanera por Mons. Luigi Centoz, arzobispo titular de Edessa di Osroene, nuncio apostólico en Cuba asistido por Mons. Evelio Díaz Cía, arzobispo titular de Petra, administrador apostslico sedis datus de La Habana, y por Mons. Alberto Martín VIllaverde, obispo de Matanzas. Tomó posesión de la diócesis el 3 de abril de 1960. Participó en el Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) y durante el mismo advirtió el peligro que representaba para la iglesia y para todos la toma del poder por un régimen marxista-leninista. Participó en el XXXIX Congreso Eucarístico Internacional calebrado en Bogotá, Colombia, a fines de agosto de 1968 y en la Segunda Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, Medellín, Colombia, en septiembre de ese mismo añ. Renunció al gobierno pastoral de la diócesis el 4 de diciembre de 1978. Fue sucedido por Mons. Jaime Lucas Ortega Alamino.

Muerte. Murió el 28 de marzo de 1982, en el asilo Santovenia, en El Cerro, La Habana, y fue enterrado en el Panteón de los Obispos del Cementerio "Cristóbal Colón". El 27 de marzo de 1992, por gestión del párroco de El Cano, P. José F. Baldrich, sus restos fueron trasladados al Santuario Jesús Nazareno de Arroyo Arenas, donde se encuentran actualmente.


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RUIZ RODRÍGUEZ, José Manuel Dámaso
(1874-1940)

Nacimiento. Nació el 11 de diciembre de 1874 en Ceja de Pablo, Corralillo, archidiócesis de Santiago de Cuba, provincia de Santa Clara, Cuba. Fueron sue padres Manuel Ruiz y Acuña y Mercedes Rodríguez Benítez. Quedó huérfano de padre siendo aún muy niño.

Educación. Su madre fundó una escuela y allí aprendió sus primeras letras. Su primer maestro fue Basilio Echevarría. Fue sacristán, archivero y compañero fiel del párroco de Corralillo, P. Manuel González Cuervo quien durante el verano de 1886 le ensenó el primer año de latín y luego, en septiembre de ese año, le envió al Seminario San Carlos y San Ambrosio, en La Habana.

Sacerdocio. Recibió todas las órdenes de manos del obispo de La Habana Mons. Manuel Santander Frutos: la tonsura el 7 de junio de 1890 en la capilla del obispado; las cuatro órdenes menores el 13 de marzo de 1895 en la iglesia de Belén; el subdiaconado el 12 de julio de 1897 en la catedral; el diaconado el 18 de septiembre de ese mismo año en la parroquia de El Pilar y, finalmente, el 18 de diciembre siguiente el sacerdocio en la parroquia de El Salvador del Cerro. Celebró su primera misa en la iglesia del Colegio de Belén el 25 de diciembre de 1897. Durante los primeros años de su ministerio sacerdotal enseñó en el seminario, fue capellán y administrador de la casa de recogidas y secretario del cabildo catedralicio y del seminario. En 1900 el obispo de La Habana, Mons. Donato Sbarretti, lo envió a Catholic University, Washington, Estados Unidos, para continuar sus estudios teológicos. Recibió la licenciatura el 24 de marzo de 1902. Durante esos años, trabajó en los veranos como asistente en la iglesia de St. John, Kinbridge, New York. Regresó a Cuba y fue nombrado, el 4 de junio de 1902, párroco de Madruga y encargado de Pipián. No llegó a ocupar este cargo ya que el 2 de julio siguiente fue trasladado a la parroquia de Santa Isabel de las Lajas y encargado de Cruces. E1 11 de febrero de 1903, el administrador apostólico de La Habana, Mons. Francisco de Paula Barnada y Aguilar, arzobispo de Santiago de Cuba, lo nombró secretario de cámara y gobierno de la diócesis. El 27 de julio de 1903 pronunció la oración fúnebre por el Papa León XIII en la catedral de La Habana, por decisión expresa de Mons. Barnada. Por dispensa especial de la Santa Sede, ofició de diácono en la consagración episcopal de Mons. Pedro González Estrada, obispo de La Habana, Mons. Braulio Orúe Vivanco, obispo de Pinar del Río, y mons, Bonaventure Broderick, obispo titular de Juliopolis y auxiliar de La Habana, celebrada el 28 de octubre de 1903. El obispo consagrante fue Mons. Placide-Louis Chapelle, arzobispo de New Orleans, y el maestro de ceremonia fue el P. Aurelio Torres Sanz, O.C.D., futuro obispo de Cienfuegos. El obispo González Estrada lo confirmó como secretario del obispado habanero. En diciembre de 1903 renunció a este puesto y fue nombrado párroco y vicario foráneo en Sagua la Grande. En 1904, el obispo de Cienfuegos. Mons. Torres lo invitó a ocupar el cargo de secreterio de esa diócesis. De 1904 a 1907, además, fue párroco de la cartedral, fiscal del tribunal eclesiástico y administrador de capellanías. En numerosas ocasiones, durante la ausencia del obispo, fue gobernador eclesiástico, sede plena. En 1907, tres años después de la muerte del obispo de Pinar del Río, Mons. Orúe Vivanco, ocurrida el 21 de octubre de 1904, fue nombrado protonotario apostólico e invitado a hacerse cargo de la administración de esa diócesis. Mons. Ruiz rehusó tanto este nombramiento como el de obispo de la diócesis. El delegado apostólico Mons. Giuseppe Aversa, arzobispo titular de Sardes, le obligó a aceptar por santa obediencia.

Episcopado. Fue elegido obispo de Pinar del Rio el 18 de abril de 1907 por el Papa San Pío X. Fue consagrado el 11 de junio de ese mismo año en la catedral de Cienfuegos por Mons. Giuseppe Aversa, arzobispo titular de Sardes, delegado apostólico en Cuba y Puerto Rico, asistido por Mons. Pedro González Estrada, obispo de La Habana y por Mons. Antonio Aurelio Torres y Sanz, O.C.D., obispo de Cienfuegos. Tomó posesión de la diócesis el 10 de julio siguiente. Enseguida reparó y restauró la catedral pinareña con nuevos altares, púlpito y nuevos pisos. En 1910 trajo a los PP. Escolapios a Pinar del Río y en 1911 propició la instalación de las religiosas del Inmaculado Corazón de María. En ese mismo año, reconstruyó la iglesia de Mantua, destruída por el ciclón de 1910; confió a los franciscanos las iglesias de Candelaria y San Cristóbal y animó el establecimiento de las Madres Escolapias en Guanajay y Artemisa donde fundaron colegios. En 1914 construyó la iglesia de Paso Real de San Diego incorporándola como auxiliar de Los Palacios y reconstruyó la de Las Martinas que también había sido destruída por el ciclón de 1910. En 1923 añadió una capilla a la catedral y reparó las iglesias de Guane y del Mariel.

El 2 de enero de 1925 renunció el obispo de La Habana Mons. González Estrada. El dma 6 de ese mismo mes, el Papa Pío XI elevó le sede habanera a archidiócesis con Pinar del Río y Matanzas como sufragáneas y nombró administrador apostólico de la misma a Mons. Ruiz quien tomó posesisn el día 8 ante el cabildo catedral. El 30 de marzo de ese año fue promovido a la archidiócesis de La Habana y nombrado administrador apostólico de Pinar del Río. El día 11 de junio tomó posesisn y recibió el palio de metropolitano. En Pinar del Río reconstruyó la iglesia de San Diego de los Baños en 1926 y el ciclón de ese mismo año la volvió a destruir siendo nuevamente reparada en 1929; en 1928 reconstruyó la iglesia de Consolación del Norte; en 1930 la de Cabañas. Al año siguiente, 1931, reedificó la histórica iglesia de Las Pozas, Cacarajícara, que había sido destruída durante la Guerra de Independencia. En 1933 volvió a reedificar la iglesia de San Cristóbal y en 1934 le hizo una gran reparación a la de Mantua. Además de las congregaciones religiosas antes mencionadas, durante su episcopado en Pinar del Río, también se establecieron las Hermanas de los Ancianos Desamparados del Asilo Santa Margarita de Artemisa y las Hijas del Calvario en el Asilo San José de la Montaña de Pinar del Río. Fundó la Obra de las Misiones Parroquiales, organizó y celebró eI Primer Congreso Catequístico.

Muerte. Murió el dia 3 de enero de 1940 a las 4:55 p.m., en el palacio episcopal de La Habana, rodeado de casi todos los miembros del cabildo catedralicio y de numerosos miembros del clero. El sepelio constituyó una impresionante manifestación de duelo y fue sepultado en el Panteón de los Obispos en el Cementerio "Cristóbal Colón" de La Habana.

Fuentes. Annuario Pontificio 1939. Città del Vaticano, Tipografia Poliglotta Vaticana, 1939; Leiseca, Juan. Apuntes para la historia eclesiástica de Cuba. La Habana, Talleres Tipográficos Carasa, 1938; Testé, Ismael. Historia eclesiástica de Cuba. Burgos, Tipografía edtorial El Monte Carmelo, 1968.

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